viernes, 4 de julio de 2014

Discriminación y prejuicios en República Dominicana: Sentencia 168-13




¿Sabes lo que es la sentencia 168-13? Según una encuesta realizada a los estudiantes del ciclo propedéutico del INTEC, el 40% no sabe que es y mucho menos a quienes afecta, más el otro 60% si. Sin embargo, muchos de ese 60% que sí saben lo que es, la confunden con un problema de migración, siendo este uno de desnacionalización.  

La sentencia 168-13 establece los nuevos términos de la obtención de nacionalidad dominicana. Esta expresa que todos los hijos de residentes ilegales o en tránsito desde el 1929 no posee el derecho de portar documentos dominicanos. Además, fue emitida por el Tribunal Constitucional el 23 de Septiembre de 2013 y publicada dos días después. Este Tribunal fue creado a raíz de la constitución dominicana de 2010. Su misión es garantizar la supremacía de la Constitución, la defensa del orden constitucional y la protección de los derechos fundamentales.

El antihaitianismo no es más que un prejuicio racista hacia los haitianos y a su descendencia. Este se originó durante el régimen de Rafael L. Trujillo, que se encargó de inculcar en los dominicanos el odio, miedo y desprecio a Haití. Sin embargo, la sociedad dominicana niega la existencia de tal discriminación en la República Dominicana.

Los más afectados por la sentencia 168-13 son más de 200,000 dominicanos de ascendencia haitiana. Ya que estos nunca podrán ir a la universidad, viajar, conseguir un trabajo, casarse, declarar sus hijos,  realizar transacciones bancarias, cambiar un cheque, ni mucho menos llegar a ocupar un puesto importante en la política. De manera tal, que la pobreza en la República Dominicana será difícil de abolir a razón de que esta población irá aumentando cada vez más, sin poder ser parte de la economía por su inexistencia legalmente.

Los principales síntomas son el sin número de personas en el limbo jurídico. Ya que estos dominicanos en su gran mayoría nunca han visitado a su país de origen y tienen sus vidas establecidas aquí. Muchos son policías, pastores, médicos, abogados, estudiantes, e, incluso, algunos que la apoyan desconocen que por la sentencia ya no son dominicanos. Nacieron aquí, hablan español, son católicos o protestantes, y se sienten dominicanos. Su pecado es que sus padres o abuelos fueron o son haitianos indocumentados.

Otro de los síntomas presentados son: la cantidad de niños y jóvenes NINIS (ni estudian ni trabajan) sin educación debido a que sin actas de nacimiento no pueden inscribirse en la escuela o universidad.  Asimismo, la discriminación presentada por parte de las autoridades principales como: el gobierno, el Tribunal Constitucional, algunos sectores de la iglesia católica y primordiales políticos como Vinicio Castillo y demás.

Entre las causas que propiciaron la sentencia están los problemas migratorios que presentan estos individuos de ascendencia haitiana en el país. Se trata de controlar los miles de haitianos ilegales e indocumentados que ocupan diversos segmentos del Mercado laboral local, deprimiendo los salarios y la capacidad reivindicativa de los dominicanos.

Aunque no admiten claramente, el antihaitianismo esta inculcado fuertemente en la cultura dominicana, por esto es una causa clave del tema discutido. La identidad del pueblo dominicano como nación, está indudablemente ligada a los procesos históricos  que ha vivido con Haití, marcado por las cicatrices de las invasiones que han creado  en los dominicanos el sentimiento de pavor y actitud de alerta hacia los haitianos.

Este prejuicio racial que se manifiesta en algunos dominicanos está estrechamente  ligado al prejuicio antihaitiano, que hunde sus raíces, en diversos acontecimientos históricos suscitados a la isla Española desde que fue dividida.

Los recursos que sirven para solucionar los problemas que ha traído la sentencia 168-13 son económicos, humanos y jurídicos. Las autoridades principales y el gobierno deben proporcionar cada uno de los recursos necesarios para solucionar tal problema.

En otro orden, el tiempo en que se empleará la solución dependerá de la tardanza en el proceso de resolución de la sentencia. Todavía no existe fecha determinada para la resolución de la misma.

Las responsabilidades de las personas que juegan un papel en la resolución de la sentencia 168-13, deben ser totalmente contundentes. Tanto el gobierno como militares y migración, poseen el deber de asumir todo acto de compromiso para su solución.


En una entrevista realizada el 22 de febrero del año 2014 a Denise Paiewonsky, socióloga y figura eminente con respecto a este tema, expresó que lo más factible en cuanto a la resolución de la sentencia 168-13 es regularizar las migraciones masivas de las personas de origen haitiano hacia la República Dominicana. Ya que no se puede apelar nacionalmente, más sin embargo, si se podría con las cortes interamericanas. También, establecer la seguridad en la frontera y contribuir con nuestros vecinos de origen haitiano.