jueves, 3 de julio de 2014

Batalla de San Lorenzo


En el amanecer del día 3 de febrero de 1813, los 140 granaderos, más 70 milicianos de infantería, dejaron el convento de San Carlos y se prepararon para el combate en espera de la llegada de los realistas que habían desembarcado a las 05:30 de esa mañana y que se dirigían hacia el convento. San Martín desplegó a sus hombres en dos escuadrones de granaderos compuestos por 60 hombres cada uno; el ala izquierda estaba comandada por Justo Bermudez, mientras que el ala derecha sería dirigida por San Martín; en el centro, detrás de unas arboledas se ubicaron las tropas de infantería y que actuarían como reserva. Los realistas marchaban en dos columnas con tres cañones. Cuando el enemigo se acercaba, alrededor de las 06:30 horas, el clarín del regimiento de Granaderos a Caballo sonó por primera vez, marcando el inicio del combate.

Los granaderos del ala derecha, comandada por San Martín, fueron los primeros en alcanzar al enemigo, quienes no tuvieron tiempo en usar sus cañones y de realizar una formación defensiva. En feroz combate, los granaderos atacaron a los realistas con sables hasta reducir y poner en retirada a la columna principal. Cuando el ala izquierda, conducida por Bermudez, entraron en combate, los realistas no puedieron defender el terreno y emprendieron la retirada. Durante el ataque a un grupo de soldados realistas que cubría la retirada, el caballo de San Martín fue alcanzado por el fuego enemigo. Éste cayó, atrapando la pierna del comandante. En esos momentos un realista intentaba matar a San Martín, pero el soldado Baigorria y el Sgto Cabral intervinieron a tiempo, dando muerte al realista y salvando la vida a su comandante, quien pudo ser liberado del peso de su caballo muerto. En la confusión y fragor del combate, otro realista dió muerte a Cabral. La caida de San Martín posibilitó que gran parte de las tropas enemigas huyeran, dejando detrás 40 muertos y muchos heridos, más los tres cañones.