jueves, 3 de julio de 2014

Caceria de brujas (Marcantismo)


Como macartismo se conoce a una actitud política interna norteamericana
consistente en un anticomunismo absoluto que se concreta en una real persecución de
hombres e instituciones declaradas antinorteamericanas por ser "comunistas", confundiendo
en muchos casos, a comunistas con liberales o simplemente progresistas. Juicios, pruebas y
testimonios en muchos casos falseados, dieron al traste con la carrera de un gran número de
americanos inocentes.
Humphrey Bogart y la Primera Enmienda

Tras la Segunda Guerra Mundial, una parte importante de la sociedad
norteamericana empezó a temer que el comunismo se expandiera por EE.UU. La
consolidación de los dos bloques durante la guerra fría propició que se iniciara una
campaña para eliminar el peligro comunista. El Congreso norteamericano aprobó las Leyes
de Seguridad Interna (1950) y de Inmigración y Nacionalidad (1952), que restringían la
actividad comunista y prohibían la entrada en el país de comunistas reconocidos.

Uno de los blancos de la inquisición política fue el mundo del cine, entre otras
razones porque la audiencia a directores y actores famosos proporcionó a los miembros del
Comité una extraordinaria publicidad. Convocados a declarar 41 sospechosos, 19 de ellos
se negaron a comparecer, juzgando la actuación indagatoria contraria a la Constitución,
entre otros el escritor Alvah Bessie, el guionista Dalton Trumbo, el director Edward
Dmytryk. En apoyo de los que fueron calificados despectivamente de «testigos
inamistosos» se movilizó el denominado Comité de la Primera Enmienda, que integró a
cerca de 500 profesionales del cine.
 
Entre las víctimas de la histeria anticomunista hay que recordar a Charles Chaplin.
Su confesión de que nunca había sido comunista ni había pertenecido a ningún partido no
impidió que supiera que sería llamado a declarar. Decidió no regresar a Estados Unidos y
fijó su residencia en Suiza.